Si hay algo que me ha enseñado esta vida es que hay personas que fueron, son y serán por siempre tus amigos. Hace ya más de 16 años (y eso que todavía no cumplo las 29 primaveras) que conocí a dos batos con los que siempre nos la hemos rifado los unos por los otros. Estando en primero de la secundaria, el primer puñetazo entre nosotros reflejó algo más que una pelea, fue el inicio de una amistad que ya lleva más de tres lustros.
Tanto "Copo" como "Chabuelo" han sido importantes para mí en esta vida. Ambos, casados, fui testigo de sus bodas y padrino en ellas también. (Ellos, como buenos buitres, esperan que le siga los pasos, cosa que parece innevitable pero dentro de unos años). Compañeros en la misma escuela durante la secundaria y la preparatoria, la universidad nos marcó una distancia "virtual" de aquella amistad a la que jamás le pusimos un límite de vigencia, frecuencia o trato.
Jugamos en muchos deportes, reímos, disfrutamos, nos madreamos también, nos reconfortamos ante la pérdida de amigos y familiares, fuimos chambelanes de nuestras respectivas hermanas (quienes por cierto ya nos alucinaban), nos acompañamos en el luto sentimental el pelearnos o romper con nuestras respectivas, disfrutamos de aventuras al calor de unas copas y de perdernos en una huida furtiva tras una buena noche de tequila.
Hace ya 16 años que tengo el honor de ser amigo y compadre de César y Toño. Y todo indica que vamos a continuar por unas temporadas más...
2 comentarios:
Ahh que tus compas... a mi me caen muy bien, de esos amigos, no cualquiera ;)
TACTMC
Saludillos!!!
Son vaciados y cotorros, algunas veces guarros, pero se les quiere... TASFMM
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